Urgido por el reloj, el presentador arroja sus preguntas al participante de chomba roja y largas patillas. “El motín del té”, “la Rosaleda”, “Manuel Rivas”, va contestando este con certeza, a veces tomando aliento. El interrogatorio lúdico termina con éxito para el jugador. “¿Cómo te sientes?” quiere saber el conductor del programa Saber y ganar. “Pues tengo unas ganas de tomarme un gin tonic que no te imaginas”, responde risueño el joven Daniel López Valle. Algo de ese espíritu, entre el del sabelotodo de cultura general y el del amigo que cuenta historias en la mesa de un bar, persiste y reaparece a más de una década de esa emisión en H.E.X (Historias extraordinarias), publicado por BlackieBooks.
H.E.X. Daniel López Valle Editorial: Blackie BooksLópez Valle, formado como periodista por la Universidad Autónoma de Barcelona, da rienda suelta a su curiosidad por la historia en esta antología de miniaturas que reencuadran los relatos de los grandes protagonistas y recuperan otros tantos personajes olvidados. El antiguo Egipto, la Roma imperial, la corte de Luis XV o las guerras mundiales son algunos de los escenarios de estas viñetas.
En Elche, ciudad natal del autor, cuelga una placa en una céntrica fachada en la que un tal Lucio Casio Juniano despide a su esposa Ulpia Marciana. El texto, solemne y escueto, sigue emocionando a López Valle cuando imagina la vida de ese viudo en duelo dos mil años atrás. Ese sentimiento sea acaso una de las claves del libro, en el que lo histórico se vuelve un diálogo con lo atemporal de lo que significa ser humanos, con sus noblezas y miserias.
“Nuestra necesidad de establecer relatos cerrados y convincentes, de encontrar un patrón y un sentido en todo, hace que con frecuencia nos resistamos a aceptar la casualidad y el factor humano como principio de acción de los grandes acontecimientos, porque hacerlo implica asumir que el caos, la estupidez, la vanidad y las bajas pasiones que tan bien conocemos pueden condicionar el curso de las cosas”, escribe López Valle.
Los dramas familiares se repiten en los conflictos de Gengis Kan con sus herederos, del emperador Augusto con una hija rebelde, del patriarca de los Kennedy con Rosemary, hija que durante años fue ocultada del ojo público. “También los dictadores tienen madre”, dice al hablar de Stalin. La dimensión doméstica aparece como una ventana al carácter de los grandes hombres y mujeres del pasado y los caprichos, inesperados disparadores de efectos en cadena. Así, un hombre que buscaba estafar a una compañía de seguros acabó dando pie el surgimiento del terrorismo moderno.
En diálogo con el programa Libros de Arena de la Radio Nacional de España,v López Valle señalaba la historia de Hatshepsut como una de sus favoritas. Supo por primera vez de ella en el colegio, en donde apenas le habían dicho que había sido una faraona del antiguo Egipto que se hacía retratar con barba. Desde entonces, sospechó que la vida de una de las primeras mujeres con poder político en la historia de la humanidad tenía que ser más que un dato anecdótico. Así, el libro también posa su mirada sobre lo olvidado y lo escondido y plantea la pregunta, no sólo por los hechos, sino por cómo han sido contados.
Un visitante de la necrópolis del Kremlin que lleva un icono con la imagen del dirigente soviético Iósif Stalin en Moscú Foto: EFE/ Ignacio OrtegaAcaso el modo de contar sea lo que permite unir en armonía las historias de personajes tan disímiles como Roald Dahl, Audrey Hepburn, Alexandre Dumas o Francisco Franco. Un amigo le dijo a López Valle que contaba las cosas con “la pasión de un hooligan”. Él lo corrobora, asegurando que el secreto para relatar es estar convencido de que lo que se cuenta vale la pena. El resultado es, en palabras de la autora Irene Vallejo, “ingenioso, informado, irreverente, iluminador”.
