Nueva York.- Desde finales del mes pasado, la gobernadora Kristi Noem de Dakota del Sur ha sido objeto de feroces ataques bipartidistas por su decisión de matar a su perro familiar, un braco alemán de pelo duro de 14 meses llamado Cricket. Noem ha defendido repetidamente sus acciones, que detalla en sus próximas memorias, en las que dice que el perro era “agresivo”, “indomable” y “peligroso para cualquiera con quien entrara en contacto”.
El domingo, sugirió que el presidente Joe Biden debería haber considerado matar a su propio perro, Commander, un pastor alemán que fue expulsado de la Casa Blanca el año pasado después de morder repetidamente a oficiales del Servicio Secreto.
“El perro de Joe Biden ha atacado a 24 personas del Servicio Secreto”, dijo Noem, una republicana, en una entrevista en “Face the Nation” de CBS.
“Entonces, ¿cuántas personas son suficientes para ser atacadas y heridas peligrosamente antes de que tomes una decisión sobre un perro?”
Expertos dijeron que había algunas circunstancias en las que los perros son tan agresivos que deberían ser sacrificados. Sin embargo, señalaron que la eutanasia debería ser una opción de último recurso, utilizada solo cuando un perro representa un peligro serio y se han descartado otras posibles soluciones. En los casos de Cricket y Commander, había muchas alternativas razonables y no letales disponibles.
“Tenemos muchas herramientas a nuestra disposición: medicamentos, muchas intervenciones conductuales diferentes también, antes de llegar al paso en el que estás, como, no puedo manejar a este perro”, dijo Erica Feuerbacher, una experta en comportamiento y aprendizaje de perros en Virginia Tech.
“Eso es lo que yo querría, que realmente valoraran la vida de su perro y le dieran a su perro la mejor oportunidad de tener una vida plena y larga”.
The Guardian fue el primero en informar sobre los extractos del libro de memorias de Noem, que está programado para ser publicado el martes. En él, ella aparentemente culpa a Cricket de arruinar una cacería de faisanes, de matar los pollos de otra familia y de morder, o intentar morderla.
Aunque puede ser indeseable para las personas, algunos niveles de agresión -gruñidos, mostrar los dientes e incluso morder- son normales en los perros, que descienden de los lobos grises y comparten parte de su impulso depredador, dijo Clive Wynne, un experto en comportamiento canino de la Universidad Estatal de Arizona que está trabajando en un libro sobre la historia de los perros.
Ese instinto depredador, según Wynne, probablemente explica por qué Cricket atacó a los pollos. Pero un perro que mata pollos no necesariamente representa un riesgo para las personas, dijo.
“Eso realmente no tiene ningún valor predictivo como una forma de evaluar si ese perro podría ser entonces dañino para ti”, afirmó.
“Porque no te pareces a una presa, no suenas como una presa, y los perros forman estos fuertes lazos emocionales con los miembros de su familia humana.”
Más a menudo, Wynne dijo, los perros muerden a los humanos porque están estresados o asustados.
“Principalmente en un hogar humano, un perro muerde porque sus otros intentos de comunicar que se siente incómodo o temeroso han fallado”, explicó.
Sin embargo, incluso un perro que muerde de manera defensiva puede representar peligros y debería recibir una evaluación profesional de un veterinario, dijeron los expertos. Los perros que están enfermos o que sienten dolor podrían ser más propensos a reaccionar violentamente; en un estudio de 2021 de casi mil perros que exhibían comportamiento agresivo, los investigadores encontraron que el 15 por ciento tenía una condición médica subyacente que podría haber contribuido al mal comportamiento.
“Somos muy rápidos para decir que nuestro perro es agresivo en lugar de dar un paso atrás y preguntar, ‘¿Por qué mi perro está respondiendo de esta manera?'” dijo Vivian Zottola, autora del estudio y especialista en modificación de comportamiento canino en Boston.
Los perros que reciben un diagnóstico de salud favorable pueden beneficiarse de trabajar con un comportamentalista animal certificado o un entrenador de perros. Estos profesionales también pueden ayudar a los dueños a identificar si hay estímulos particulares que desencadenen estos comportamientos a sus perros.
“A menudo pasamos por alto el estrés de nuestros perros, y pueden ser muy sutiles con las señales de estrés”, dijo Zottola.
A menudo, los dueños pueden eliminar los comportamientos agresivos simplemente prestando atención a estos gatillos y evitando situar a sus perros en circunstancias que probablemente provoquen agresión -lo que Feuerbacher describió como “simplemente tomar buenas decisiones en nombre de tu perro”.
Los perros que parecen nerviosos o reactivos ante desconocidos, por ejemplo, no son buenos candidatos para ir a un mercado -y también pueden no ser adecuados para vivir en la Casa Blanca.
“Claramente, ese no era el entorno adecuado si el perro muerde varias veces”, dijo Zottola.
En casos en los que los factores estresantes no puedan eliminarse del entorno doméstico, podría ser necesario encontrar un nuevo hogar para el perro.
Los medicamentos, incluyendo los fármacos para la ansiedad, también pueden ayudar a calmar a algunos caninos.
Si todo lo demás falla, hay circunstancias en las que un dueño puede considerar lo que los expertos llaman eutanasia comportamental. En tales casos, la agresión del perro es tan impredecible que no puede ser manejada o su mordida es tan fuerte que causa daño físico severo, dijo Feuerbacher.
En algunos casos, la eutanasia también podría estar en el mejor interés del perro; un animal que ataca tan frecuentemente que no puede estar seguro alrededor de personas probablemente no tenga una gran calidad de vida, dijo ella.
Pero basándose en la información hecha pública, Noem todavía tenía varias opciones que valía la pena explorar antes de recurrir a la eutanasia, dijo Feuerbacher.
“Creo que se saltó algunos pasos”, dijo.
Wynne estuvo de acuerdo.
“Este caso es simplemente tan atroz”, dijo.
