Por Julia Ainsley – NBC News
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) detuvo recientemente en Baltimore a un uzbeko presuntamente vinculado al grupo terrorista ISIS, que llevaba más de dos años viviendo en Estados Unidos, según dos funcionarios estadounidenses.
El hombre, Jovokhir Attoev, de 33 años, cruzó la frontera con Arizona y fue detenido por la Patrulla Fronteriza en febrero de 2022, indicaron funcionarios. En ese momento, ni el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, en inglés) ni ICE pudieron encontrar ninguna información negativa sobre Attoev. Fue puesto en libertad bajo fianza.
Luego, en mayo de 2023, Uzbekistán publicó un aviso internacional de que Attoev era buscado en su país de origen por sus presuntos vínculos con ISIS.
Pero no fue hasta marzo de 2024, casi un año después, cuando el Gobierno estadounidense estaba revisando la solicitud de asilo de Attoev, que los funcionarios descubrieron el aviso de Uzbekistán y lo relacionaron con el hombre que vivía en Maryland.
Tras establecer la conexión, ICE lo detuvo el 17 de abril en Baltimore. Attoev se encuentra actualmente detenido en Pennsylvania, según página de internet de ICE. Está a la espera de juicio en una corte de inmigración de Nueva Jersey la próxima semana, donde los abogados de ICE probablemente argumentarán que necesitan mantenerlo detenido para obtener más información sobre sus posibles vínculos con ISIS.
Múltiples exfuncionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) entrevistados por NBC News dijeron que el caso plantea preocupaciones acerca de la rapidez, y frecuencia, con la que Estados Unidos puede hacer un seguimiento de los inmigrantes que ya han cruzado la frontera.
Aunque no existía ninguna información negativa sobre Attoev en el momento en que cruzó la frontera en 2022, la notificación del Gobierno uzbeko en 2023 no fue cotejada inicialmente con la lista de inmigrantes que viven en Estados Unidos y se encuentran a la espera de juicio.
Elizabeth Neumann, quien se desempeñó como secretaria adjunta de contraterrorismo y prevención de amenazas en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) de 2017 a 2020, afirmó que el Congreso debería aprobar la legislación bipartidista de seguridad fronteriza que fue bloqueada por los republicanos a principios de este año, y asignar más dinero para la lucha contra el terrorismo.
“La preocupación que tengo es que en la última década más o menos nuestros presupuestos antiterroristas han disminuido drásticamente”, afirmó Neumann. “Y eso significa que tenemos [menos] analistas haciendo este trabajo. Así que es más difícil hacer las cosas de manera realmente oportuna cuando se tienen [menos] recursos”.
Añadió que los presupuestos antiterroristas disminuyeron tras la destrucción del califato de ISIS en Medio Oriente. Pero desde entonces, sobre todo debido a la caída del Gobierno afgano en 2021, ISIS ha resurgido como amenaza. Una rama de ISIS, el Estado Islámico Jorasán (ISIS-K), reivindicó la autoría de un letal atentado con armas de fuego en Moscú en marzo.
En febrero, Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional, declaró en una comparecencia ante el Senado que ISIS “sigue siendo una importante preocupación antiterrorista para nosotros”.
No hay indicios de que ISIS haya conseguido crear una red secreta dentro de Estados Unidos, y si un militante consiguiera cruzar la frontera estadounidense, difícilmente podría organizar un atentado sin una red de ese tipo, según Colin Clarke, investigador principal del Soufan Center, un centro sin ánimo de lucro centrado en cuestiones de seguridad internacional.
Múltiples funcionarios de agencias del cumplimiento de la ley dijeron a NBC News que Estados Unidos no ha determinado definitivamente si Attoev forma parte de ISIS o si alguna vez llevó a cabo o planeó llevar a cabo un atentado. DHS sigue buscando información y lo está interrogando más a fondo mientras se encuentra detenido, aseguraron los funcionarios.
En un comunicado, un portavoz de DHS declaró: “DHS examina e investiga a las personas que desean entrar en Estados Unidos para identificar amenazas a la seguridad nacional o a la seguridad pública y toma las medidas oportunas, como impedir que una persona entre en el país. La selección y el examen evalúan la información de que dispone el Gobierno de Estados Unidos en ese momento. Si posteriormente se descubre que una persona que ha entrado en el país está relacionada con información que indica un posible problema de seguridad nacional o pública, DHS y nuestros socios federales investigan y la detienen, la expulsan o la remiten a otros organismos federales para investigación y enjuiciamiento, según proceda. En este caso, el individuo está bajo custodia estadounidense y no hay amenaza para la seguridad pública”.
NBC News informó anteriormente que otro migrante, un afgano llamado Mohammad Kharwin, de 48 años, estaba en la lista de vigilancia terrorista de Estados Unidos, pero fue liberado por CBP porque no tenían suficiente información para conectarlo a la lista de vigilancia en el momento en que cruzó. Pasó casi un año en Estados Unidos antes de ser detenido en San Antonio. Fue puesto en libertad bajo fianza tras una vista judicial y detenido de nuevo horas después de que NBC News publicara un reportaje sobre su caso.
La lista nacional de vigilancia terrorista, mantenida por el FBI, incluye los nombres de 1.8 millones de personas consideradas riesgos potenciales para la seguridad. La base de datos indica que Kharwin es miembro de Hezb-e-Islami, o HIG, una organización política y paramilitar que Estados Unidos ha designado organización terrorista.
Attoev no estaba en la lista de vigilancia cuando cruzó la frontera en 2022 ni cuando fue detenido en abril, según las autoridades estadounidenses.
El porcentaje de migrantes con vínculos terroristas que cruzan la frontera sigue siendo extremadamente bajo. Un análisis de NBC News encontró que el porcentaje de migrantes en la lista de vigilancia terrorista dentro del número total de encuentros de CBP fue ligeramente menor durante la Administración Biden que durante el Gobierno de Trump. El promedio fue del 0.02% durante la Administración Biden, inferior al 0.05%, bajo Trump.
En el año fiscal 2023, que terminó a finales de septiembre y vio un aumento en los cruces fronterizos, CBP tuvo 736 encuentros con migrantes en la lista de vigilancia terrorista en las fronteras estadounidenses, la mayor cantidad en los últimos seis años. El segundo año más alto fue 2019, durante la Administración Trump, cuando la CBP tuvo 541 encuentros con migrantes en la lista de vigilancia.
Se desconoce si algún migrante incluido en la lista de vigilancia o nombrado en notificaciones internacionales como sospechoso de tener vínculos terroristas fue liberado en Estados Unidos durante la Administración Trump.
