Actividad física
La cantidad de actividad física que necesita depende principalmente de su edad.
- Los niños en edad preescolar (de 3 a 5 años) deben estar físicamente activos durante todo el día para crecer y desarrollarse.
- Los niños y adolescentes (de 6 a 17 años) necesitan 60 minutos o más de actividad física de intensidad moderada a vigorosa todos los días. Los niños y adolescentes necesitan actividades aeróbicas, de fortalecimiento muscular y de fortalecimiento óseo.
- Las mujeres embarazadas o en posparto, con la aprobación de su médico, deben realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada por semana, como caminar a paso ligero. Lo mejor es repartir esta actividad a lo largo de la semana, como 30 minutos al día, cinco días a la semana.
- Los adultos necesitan 150 minutos de actividad física de intensidad moderada cada semana (pueden ser 30 minutos al día, cinco días a la semana) o 75 minutos de actividad de intensidad vigorosa cada semana. Los adultos también necesitan dos días a la semana de actividades de fortalecimiento muscular.
- Los adultos mayores de 65 años necesitan al menos 150 minutos a la semana de actividad de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, al menos dos días a la semana de actividades que fortalezcan los músculos y actividades para mejorar el equilibrio, como pararse sobre un pie.
Las personas que son físicamente activas aún pueden subir de peso si ingieren más calorías de las que usan. Los estilos de vida saludables incluyen estar físicamente activo, limitar las calorías y mantener una nutrición adecuada.
Otros factores
Dormir (enlace solo en inglés) lo suficiente puede ayudarte a controlar tu peso corporal. La edad, la genética, las enfermedades, los medicamentos y los entornos también pueden contribuir al sobrepeso y la obesidad.
A medida que las personas envejecen, la composición de su cuerpo cambia gradualmente: la proporción de músculo disminuye y la proporción de grasa aumenta. Este cambio ralentiza su metabolismo, lo que facilita el aumento de peso. Además, algunas personas se vuelven menos activas físicamente a medida que envejecen, lo que aumenta el riesgo de aumento de peso.
La genética puede causar directamente la obesidad en trastornos específicos como el síndrome de Bardet-Biedl y el síndrome de Prader-Willi. Sin embargo, los genes no siempre predicen la salud futura. En algunos casos, múltiples genes pueden aumentar la susceptibilidad a la obesidad, pero la obesidad no ocurre sin exceso de comida o muy poca actividad física. Para obtener más información, visite Obesidad y genética: una perspectiva de salud pública (enlace solo en inglés).
Algunas enfermedades pueden provocar obesidad o aumento de peso. Estos pueden incluir la enfermedad de Cushing y el síndrome de ovario poliquístico. Los medicamentos como los esteroides y algunos antidepresivos también pueden causar aumento de peso.
Un médico es la mejor fuente para decirle si las enfermedades o los medicamentos contribuyen al aumento de peso o dificultan la pérdida de peso.
Los factores ambientales, como la falta de aceras, pueden impedir que las personas se mantengan físicamente activas. Las comunidades, los hogares y los lugares de trabajo pueden influir en las decisiones de salud de las personas.
